137 incluso internacional. Es más, sà los hubo, desde la cantante y actriz Maruja Ravanal, los actores Ramón Núñez y Archibaldo Larenas, la escritora PÃa Barros y el pintor Claudio Bravo hasta los músicos Quelentaro y Los Hermanos Bustos, entre otros. Pero, todos ellos realizaron la mayor parte de su carrera fuera de Melipilla, incluso Núñez y Excelente comenzaron su formación fuera de la zona desde muy jóvenes. A pesar de la escasa profesionalización y la temprana marcha del comediante, Melipilla sà se nutrió de shows de talla Doméstico e internacional. Desde las zarzuelas que llegaron a principio de siglo o el radioteatro de comienzos del cuarenta, hasta el Súper Show 007 de Oscar Arraigada, los Niños Cantores de Viena, la Banda Sinfónica u obras de importantes compañÃFigura teatrales de Santiago, se pudieron ver en los teatros. Empero, estos eventos no tenÃan un arraigo Particular, en muchos casos ni siquiera una contraparte, impidiendo que artistas o agrupaciones de la zona se vieran directamente beneficiados por un intercambio de conocimientos y experiencias que hiciera crecer el crecimiento de alguna disciplina a nivel EspecÃfico. Por ejemplo, en 1987 llegó la Banda Sinfónica traÃda por Roberto Mesa al Recinto Alberto González, pero Melipilla no contaba con una Comparsa profesional o de aficionados. En este aspecto, el caso igualmente paradigmático lo representa Eduardo Mallea. Apoderado cultural por inclinación, trajo una serie de actividades artÃsticas, y durante parte de la perÃodo de 1970 se pudo dialogar de un florecimiento de las artes performativas al tejadillo del Cinema Palace, lo cual no perduró, en gran parte correcto a esta desliz de apropiación ciudadana de los recintos, que se empalmaba con una inexistente polÃtica cultural de fomento de las artes, salvo con los rudimentos orientadores de la dictadura marcial y su búsqueda de un nuevo Chile.
148 Oscar Núñez fue un activo miembro de las primeras iniciativas teatrales en Melipilla. LÃder y organizador de varias fiestas de la primavera, fue comandante del Cuerpo de Bomberos de Melipilla y padre del Premio Doméstico de Arte, mención Teatro, Ramón Núñez.
El juguete cómico es una habitación teatral corta, de tema pueril o frÃvolo, salpicada de situaciones cómicas, que en ocasiones se presentaba después de una obra de mayor duración. Al respecto: op. cit. Piña, pp Op. cit. Piña, p. 79. nio, sino que igualmente sirvieron como nichos ideales para bailes y festividades en un clima de desborde festivo no siempre ceñido a los criterios morales defendidos por las autoridades, las cuales en más de una ocasión clausuraron estas salas de espectáculos 72. Estas fiestas de cambio de siglo donde ciertos lÃmites moralmente establecidos se traspasaban, tienen en el registro melipillano episodios constantes que hablan de un festejo periférico donde se mezclaban las mujeres, la guitarra, el alcohol y la juerga. Evidentemente, ese tipo de divertimento, esparcimiento y uso del tiempo osado no Cuadro el que anhelaban los entes rectores de la ciudad. El informe La Constitución narraba Vencedorà las consecuencias del año nuevo de La zandanga de la Confusión buena tuvo su repetición en la Confusión del año nuevo. Las mismas fondas i chinganas, el mismo desorden, los mismos escándalos, aunque en más puntada escala...bajo el pretexto de que en la Plaza de Armas no Bancal propio establecer ventas se permitió el establecimiento de fondas en individuo de los arrabales. Las borracheras que tuvieron lado en ellas revistieron tal magnitud que el carretón en que se recojen los borrachos para conducirlos a la policÃa no daba abasto 73. La creciente vida cultural melipillana de principios de siglo Y Melipilla cuándo? Esta simple pregunta inquietaba a las autoridades locales y a la élite conocedora de la pompa Santo- 72 Correa, SofÃa et al., Historia del siglo XX chileno: Comprobación paradojal, Santiago de Pimiento, Editorial Sudamericana, 2008, p La Constitución, 3 de enero de
Bancal su propio regalo de Navidad y la chispa que inició una carrera musical prolÃfica, llevándolo a crear el TrÃo Capricho y más tarde Las Guitarras Viajeras, que alcanzarÃan registro Doméstico en la compañÃa del mÃtico cantante Ramón Aguilera. Esa dÃa traerÃa más emociones para Sagredo. Primero dieron una pelÃcula y luego salieron ellos. Yo saqué aposentadurÃTriunfador para primera fila y aproveché que en la primera función salieron y se quedaron en el hall del teatro. Me quedé afuera esperándolos y me acerqué a ellos. Ellos me dijeron oye tú nos puedes tolerar a una parte donde poder cenar un poquito porque tenemos otra comportamiento luego. Dando la vuelta por calle Vargas, como a 30 metros, estaba el Club Social Diego Portales. Era famoso y enorme, tenÃa tres patios hacia adentro. Ahà llegué con ellos y les pregunté si casualidad alguna ocasión podrÃa llegar a tocar como ellos. Me preguntaron si sabÃa tocar y les respondà que sÃ, pero muy poco, lo simple, lo que captaba a mi edad y practicaba con unos primos. Alfredo Gil, punteador de Los Panchos, me hizo estirar los brazos frente a él con las manos estiradas, como aplaudiendo, y me dijo ah, todas las personas que tienen talento tienen el dedo trascendente hacia antes, curvado. Tú vas a ser un muy buen guitarrista. Yo me reÃa nomás, decÃa que estaban bromeando, pero estaba acertado. Me regalaron una moneda y me compraron una bebida. Esperé que cenaran, me vine a la calle y entré a la segunda función. Mi papá casi me pegó en la casa porque llegué tarde. Fue un sueño tan Verdadero y nunca pensé que iba a poder a conservarse a tocar tan admisiblemente como ellos. Y dije voy a seguir esta dirección. Luego yo formé a dos amigos más e hicimos el TrÃo Antojo, luego el Cuarteto FantasÃa
Una parte de ellos producÃa dos o tres pelÃculas al año. Sandro de Argentina y Raphael de España, llenaban el Palace de jovencitas atraÃdas por sus aventuras cinéfilas. Fresia Soto, Ginette Acevedo, Palmenia Pizarro, Naslo Nicolich, Los Ãngeles Negros, Los Capa Blanca, Luis Dimas, EmpÃreo Benavides, constituÃan parte de la farándula del espectáculo chileno, apareciendo, desde luego, en la revista Ritmo. Y que algún cantante de los que lucÃan sus portadas fuera a Melipilla, dejaba de ser algo poco popular. Esto habÃa comenzado a mediados de los sesentas gracias a una caravana musical ideada por Oscar Arriagada, un talentoso muchacho que con su guitarra habÃa pasado de ser el lÃder del Corro Los Dixons y creador de varios hits radiales como El twist del boceto, a productor de los espectáculos más importantes para los músicos chilenos en todo el paÃs. Primero lo hizo con Los Cinco Grandes del Disco y, luego, con el Súper Show 007. Yo habÃa empezado a ir con el 007 a Melipilla desde En la primera tournée de ese año fuimos con Luis Dimas, MarÃa Teresa, MarÃa Valdés, Gilberto Guzmán y Ãngel Fontana en la animación. Cuadro un elenco chico ese con el que fuimos al Teatro Serrano, pero fue la primera ocasión. En ese tiempo yo manejaba, por lo menos, a un 80% del ambiente bello, y hacÃamos ocho giras al año por todo el paÃs. En un show llevaba a cuatro o cinco figuras grandes y a un elenco de 50 personas, no tenÃa competencia. No la podÃa tener, porque tenÃa a Palmenia Pizarro, al Pollo Fuentes, a Los Galos, Lucho Barrios,
140 Considerando estas definiciones, y del estudio histórico de un siglo de teatros en Melipilla, se observa que los primeros desencuentros en la comunidad unÃvoca existente, Interiormente del espacio social del teatro, se da con una particular manifestación del clivaje 299 clerical/anticlerical 300 en la ciudad. Esto se observa, en toda su magnitud, durante 1921 en la época del Teatro Colón bajo la administración de Juan Vizcaya, en que éste se enfrentó al sacerdote Ramón Merino a propósito de la cinta El Triunfo de Belleza, la cual incluÃa desnudos y que el cura párroco querÃa prohibir a toda costa que se proyectasen. TriunfadorÃ, después, se sucederÃan otros hechos similares en que se carearÃan las cosmovisiones católicas ultramontanas frente a otras más admisiblemente liberales, aunque claro, estas disputas se daban casi exclusivamente al nivel mismo de la élite. Un segundo tipo de desencuentro ocurre con la manifestación de la cuestión social 301 en los teatros. Esto sucedió de diversas maneras, no obstante sea como la separación que implementó el Teatro Apolo entre platea y galerÃa alrededor de 1911, como con la separación no obstante consagrada que tenÃa el Serrano entre platea y paraÃso, un espacio para los más pudientes el primero, y el otro para los estratos bajos, adecuado a sus menores precios y 299 Los clivajes o cleavages es un término utilizado para dar cuenta de las fracturas en el seno de una determinada comunidad, las que se pueden manifestar en diversos ámbitos sociales de algún paÃs o región. Como argumentan Lipset y Rokkan, estas fracturas sociales se representan en la arena polÃtica con la formación de partidos, por ejemplo, los nacidos de la competición clerical/anticlerical (Al respecto: Lipset, S. M. & Rokkan, S., Cleavage Structures, Party Systems, and Voter Alignments en. Lipset, S. M. (ed.), Consensus and Conflict: Essays in Political Sociology, New Brunswick, Transaction Books, 1985). A nuestro juicio, estos clivajes igualmente pueden desarrollarse en el ámbito de las artes, Ganadorà como en el espacio social de los teatros.
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20 fiestas locales: el Carnaval (en el mes de febrero), las fiestas patrias (17, 18 y 19 de septiembre), el aniversario de la ciudad (11 de octubre), la Fiesta de la Primavera (octubre y/o noviembre) y el año nuevo (31 de diciembre). Todas ellas contaban con la existencia de buen clima para actividades al meteorismo libre. Y bajo techo se añadÃa el espectáculo de los circos, la entretención más sonada para una ciudad de tierra y carretas, con permanentes visitas y estadÃFigura prolongadas en los céntricos y diversos espacios que se les facilitaban para su funcionamiento 61. En este préstamo o arriendo, siempre las autoridades acordaban con el dueño o administrador del circo la posibilidad de hacer reuniones masivas y actos para la comunidad, tomando en cuenta la amplitud y el carácter popular de los circos, que no existÃan en otro circuito cerrado. El panorama melipillano en el epÃlogo del siglo XIX era el de un municipio muy insuficiente en el situación de una sinceridad consonante. Se tenÃa para subsistir, pero el fisco consistorial pedÃa apoyos hasta para empedrar una sola calle y asfaltar una simple vereda. El hospital subsistÃa por el atención de la filantropÃa y la abnegada costura de las Hermanas Hospitalarias; el agua se sacaba del rÃo Maipo; las iglesias de La Merced y Santo AgustÃn no tenÃan torres; los árboles plantados por la municipalidad como gran inversión en 1897 se habÃan secado; los 150 faroles a parafina para iluminar las calles no podÃan funcionar por la merma del presupuesto y sólo se encendÃan los cercanos a los edificios públicos. 61 Variadas fuentes datan la llegada de circos a Chile en diversas fechas, que abarcan la segunda centro del siglo XIX y los inicios del siglo XX. Entre ellos están el circo a cargo del jinete ecuestre Giuseppe Chiarini, entre los abriles 1864 y 1869; por otro flanco, en 1884 en lo alto al puerto de ValparaÃso el Circo Toutman de la familia Pacheco; y en 1907, se anuncia en el diario el Tarapacá la llegada del Circo Ponto a Iquique.
Como era la única vÃa de ataque, la caravana del castellano no tuvo otra chance que hacer frente a la masa con una organización infalible: apearseÃa del transporte que lo transportaba con una peluca y anteojos grandes para acontecer desapercibido. Eran las 18 horas y todo iba aceptablemente, hasta que el rugir femenino explotó bajo el alarido Camilo Sesto!. Todas se abalanzaron sobre la figura pelilarga, socorrida por su equipo para ingresar al edificio a duras penas. Allà fue recibido en una salita, dialogó con representantes de la colonia españoleaje, para luego subir al segundo pavimento, donde lo esperaba Massoud, quien ya olfateaba el fracaso crematÃstico de la caminata. Agazapada e imaginándose qué estarÃa haciendo el comediante, MarÃa Hidalgo, una chica de 19 años que trabajaba en la Fuente de Soda Palace, fue la privilegiada para sufrir un sándwich y un zumo al hombre falsificado en su Alicante natal con el nombre de Camilo Blanes Cortés. Me tiritaba la botellita y él la recibió, me Vigoró con un beso en la cara y estuve un ratito con él, yo estaba embobada, Cuadro ( ) Cuadro demasiado hermoso para ser hombre, recuerda de aquel breve aproximación que tendrÃa un dos. Poco antes del show, Sesto encolerizaba al posarse a un costado de la sala y observar la audiencia. No más de 40 personas sentadas cuchicheaban en el manifiesto. La extrañeza fue total y los números no le calzaban. Por qué tanta Familia afuera y nadie adentro, si no faltaba demasiado para el inicio del show. Y claro. Sesto no era tonto y le reclamó a Massoud que seguro habÃa puesto las entradas muy caras. No se equivocaba. De inmediato se negó a actuar y alistó sus cosas para retornar a Santiago. No quedaba otra alternativa más que dejar entrar a quienes se encontraban fuera, por lo que Massoud mandó a individualidad de sus traba
112 jadores a las puertas del foyer. Asistido por miembros del staff de Sesto, fueron tres los hombres premunidos con sacos que hicieron frente a una avalancha enfervorizada que dejaba lo que tuvieran: $1.000 pesos, $500, $100 o sencillamente las gracias fueron los precios que pagaron por ver el espectáculo. El español, de pantalones asfixiantes, ostentosa hebilla en el cinturón, vuelos en la camisa y chaqueta verde, cantó frente a personas. Tres muchachas subieron para estar un momento con su Ãdolo, sólo dos bajaron. Una, con anteojos que denotaban su aguda ceguera, no volvió más del escenario. Nadie sabe si fue porque no encontró la escala o porque no daba más de la emoción. Mismo sentimiento que embargó al público durante las dos horas del show en que el ibérico cambió dos y hasta tres tenidas, provocando incluso el desmayo de ciertas jovencitas. MarÃa Hidalgo no sucumbió y al final de la última canción corrió cerca de la puerta de escape. HabÃa dos carabineros, pero yo les dije que trabajaba en la fuente de soda, individualidad no me creyó mucho, pero el otro me reconoció. Subà las escalinatas, iba saliendo, nos encontramos, me dijo Hola otra momento, cómo estás y me dijo que iba a salir en vehÃculo de inmediato, porque a la entrada lo habÃan dejado mal, me contó que todavÃa le dolÃa la comienzo con los mechones que le tiraron. Ganadorà que me puso la mano en el hombro para que lo llevara y lo ayudé a salir. Las chiquillas me odiaban, salió al tiro. Sesto pasó y la normalidad volvió al Palace. En torno a el año 1976 y 1977 la cantidad de Familia que concurrÃa no variaba mucho. Por otra parte de las pelÃculas mexicanas, que poco a poco se iban acabando, estaban las españolas, con varios famosos aunque consagrados como Marisol, Joselito, Sara Montiel, Pili y Mili y RocÃo Durcal.
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11 jugado un papel importante, en la medida que potenciaron a otras condicionantes más bien internas de la comunidad melipillana. Entonces, la hipótesis, que se irá comprobando en los capÃtulos siguientes, indica que estas causas internas o endógenas, que son la error de apropiación ciudadana de estos espacios, la gobierno puramente empresarial de los teatros, y la excesiva rigidez de éstos para adecuarse a las nuevas demandas de la actividad artÃstica, estarÃan explicando las razones de su ocaso y desaparición. En consecuencia, se podrÃa aseverar que la socialización tendió a dejar de ocurrir en las plazas y espacios públicos céntricos habituales, y los teatros comenzaron a perder a su audiencia, la que optó por otros lugares y condiciones para la apreciación de espectáculos, tránsito que culminó, en parte, en la reclusión generalizada en el hogar, tanto Figuraà como en la utilización de otros espacios alternativos. Planteada Campeónà la hipóparecer, es ineludible preguntarse a qué se hace narración cuando se habla de espacio de aproximación social cara a cara. A grandes rasgos, éste corresponderÃa al nivel primordial de integración social en toda sociedad, definido incluso como cultural, lo cual se puede congregar bajo el concepto de esfera de la presencia. Éste descansa sobre el núcleo pre-reflexivo de la copresencialidad 24 y la experiencia cotidiana. Acá el vÃnculo social entre personas emerge aproblemático o si se quiere: de guisa natural, compartiéndose saberes irrefutables contenidos en lo que se ha denominado mundo de la vida Cousiño, C. & Valenzuela, E., Politización y Monetarización en América Latina, Santiago de AjÃ, Cuadernos del Instituto de SociologÃa UC, 1994, pp Para Schutz: Toda explicitación dentro del mundo de la vida procede dentro del medio constituido por los asuntos que pero han sido explicitados, dentro de una sinceridad que es fundamental y tÃpicamente familiar. ConfÃo en que el mundo, tal como ha sido conocido por mà hasta ahora, persistirá, y que, por consiguiente, el acervo de conocimiento obtenido de mis semejantes y formado mediante mis propias experien- Asumiendo esta preferencia, se puede inferir que el declive de la socialización en el espacio social del teatro, y la firme reclusión del notorio en sus hogares, está indicando, en última instancia, un deterioro de aquel vÃnculo social cultural fundado en el ámbito de la presencia.
Los panoramas no eran muchos. Estaba el paseo a la temporada de trenes, ir a pasear a Huilco y el teatro. Después yo hacÃa mucho la cimarra, tenÃa 12 años y me iba con mis amigas al cine, y como mi papá tenÃa un pase naranjo para entrar con una compañÃa, me empecé a ir con mis amigas. VeÃa mexicanas, lo que fuera, la cuestión es que no querÃa ir al colegio. Un dÃa estoy sentada, tomándome un helado y cierto me habla y me dice que está rico el helado. Cuadro mi hermano chico, que todavÃa andaba cimarreando, ahà me extorsionó para compartir la tarjeta, aunque como el guardameta no obstante nos conocÃa, nos dejaba entrar igual. La precedente fue una de las anécdotas de esas jornadas donde se dio cuenta que su padre, en oportunidad de irse a almorzar, preferÃa descansar durmiendo en el Teatro. Una tiempo me senté, miré para el ala y estaba mi papá con su sombrero verde y la frazada de castilla, durmiendo la siesta. Me paré rápidamente más asustada que ocho y me fui!, recuerda una de las hijas de la primera autoridad Particular, quien rememora como individuo de los castigos de su infancia la imposibilidad de ir al séptimo arte durante un mes. En 1969, la ciudad aguardaba la construcción de un recinto polideportivo techado en el sector sur de la ciudad que aguantarÃa el nombre del corregidor Alberto González, se abogaba por la restitución de la Biblioteca Municipal y la existencia de un museo. Por otro ala, la ciudad veÃa germinar organizaciones socioculturales como el Ateneo El Llanura, el Asociación Chile, y asimismo atestiguaba el crecimiento de la JUM (Pubescencia Unida de Melipilla), el mismo Instituto de la ciudad, el Agrupación Melipilla Canta, el Rotary Club, el Centro Lozano Cultural Puangue, el Club de
123 fuera del presupuesto para ingerir y pagar los servicios básicos. Un ejemplo de esta precariedad fue que todo lo recaudado se destinó a la importación de un utensilio musical para el Coro Polifónico. La obra agradó, la cercanÃa temática de mitologÃFigura absolutamente extendidas en la zona y de mujeres campesinas como cualquier chiquilla de los valles que riega el rÃo Maipo, fueron recepcionadas de buena forma por la click aqui comunidad. Gustaba de estos relatos el conocido y lo demostrarÃa nuevamente con una monumental presentación que replicarÃa las caracterÃsticas identitarias de un pueblo-ciudad, construido en territorio de haciendas e inquilinos. Mama Rosa 275, una de las obras más emblemáticas del teatro chileno, se presentó en el estadio Techado, precedida de seis meses consecutivos en cartelera en los teatros de Santiago. Con un espacio asegurado, el diario EspecÃfico daba gracias por la encuentro del nómina de la Universidad de AjÃ. La providencia de Alá ha permitido que esta obra, que fue denegada a la Ilustre Municipalidad de Viña venga a presentarse en nuestra ciudad por motivos personales, con objeto de reunir fondos para la construcción de la casa parroquial de la Sagrada Tribu 276. Luis Gómez, un muchacho para esa época y que años posteriormente toparÃa los exámenes para ingresar a estudiar teatro en la Universidad de AjÃ, rememora ese dÃa. asociados al crecimiento del endeudamiento y aumento de las tasas de interés internacionales, desde mediados de 1979; y el tercer shock tuvo que ver con la caÃda en los términos del intercambio correcto a la disminución del precio del cobre. Al respecto: op. cit. Ffrench-Davis, pp. 174 y ss. 275 La historia, creación de Fernando Debesa, relata la vida de la aristocrática grupo Solar EcheverrÃa desde inicios del siglo XX hasta la término de 1950, fijando como uno de sus ejes a la empleada de la casa, Rosalinda, a quien se le claridad Mama Rosa.